La alopecia frontal fibrosante ha aumentado en Canarias en los últimos años, especialmente entre las mujeres en edad previa a la menopausia.
Sus consecuencias son irreversibles y detectarla a tiempo es imprescindible para frenar su evolución.
Se manifiesta con una pérdida de pelo en las cejas y en la zona frontal (zona de la diadema) del cuero cabelludo.
La causa es aún desconocida. Los investigadores hablan de diferentes factores involucrados en la misma.
Uno de ellos es el componente hereditario, ya que en un 10% de los casos, aproximadamente, aparece en personas de la misma familia.
Por otro lado, destacan una alteración hormonal en su origen, teniendo en cuenta que esta alopecia empeora durante la menopausia. También afecta a mujeres antes de la menopausia y a hombres.
Hay factores exógenos en el origen de la misma. Los estudios, aún por concluir, hablan de productos o sustancias presentes en las cremas que se aplican en la cara y que conllevan el desarrollo de la alopecia frontal fibrosante.
Signos para diagnosticar la alopecia frontal fibrosante.
Detectarla a tiempo es fundamental para frenarla.
- Es importante conocer los síntomas de esta enfermedad para alertar de su aparición en las primeras fases:
- Aparece preferentemente en mujeres de 45 años en la etapa perimenopáusica.
- Las cejas se muestran menos pobladas y/o disminuye la densidad de las mismas.
- La línea de implantación retrocede.
- Puede provocar picor en el cuero cabelludo.
- Una vez se acude a la consulta con estos síntomas, se realiza un examen tricoscópico y una biopsia cutánea para realizar el diagnóstico. En ocasiones, los signos son bastantes claros y no es necesario realizar esta última prueba.
Otros tipos de alopecias:
La causa de una mayor caída está relacionada con un período continuado de estrés o ansiedad.
Alopecia nerviosa.
Así se conoce comúnmente la alopecia como consecuencia del estrés.
Cuando sufrimos estrés durante un período continuado de tiempo, parte de los cabellos que se encontraban en fase anágena (de crecimiento) pasan de forma brusca a la fase telógena (o de caída), saltándose una fase y evitando que vuelva a crecer cabello nuevo en el folículo piloso mientras se mantiene la tensión en el mismo (tensión provocada por el estrés…).
Todo esto tiene que ver con el cortisol, una hormona/toxina que se libera ante una situación de estrés. En el caso concreto del cabello, el cortisol puede afectar a la circulación de la sangre (que se vuelve más lenta), también impide la correcta absorción del agua y algunos nutrientes por nuestro cuero cabelludo, lo que afecta directamente al proceso de formación y crecimiento del cabello.
Alopecia nerviosa y alopecia areata.
En el caso de la alopecia areata, se sabe que están relacionadas con el sistema autoinmune del paciente que lo sufre. Además, este tipo de alopecia suele presentarse por lo general en forma de pequeñas placas redondeadas en cualquier zona del cuero cabelludo.
Por su parte, la alopecia nerviosa provoca una caída más generalizada del cabello y más homogénea.
Lo más importante ante un diagnóstico de alopecia nerviosa o alopecia por estrés es saber que es temporal y reversible. El cabello volverá a crecer, recuperará sus ciclos normales, sin saltarse fases una vez que los episodios de estrés o ansiedad terminen. Los folículos pilosos que quedaron “dormidos” en la fase telógena, pasarán a la fase anágena y volverán a producir cabello nuevo.
¿Cómo conseguirlo? Siendo conscientes de nuestro problema de estrés o ansiedad e intentando ponerle remedio: cuidar más nuestra alimentación y nuestras horas de sueño y descanso, practicando ejercicio de forma regular y pidiendo ayuda profesional si sentimos que lo necesitamos para poner fin al problema.
En lo que se refiere al cabello, podremos ayudar a que las condiciones sean las óptimas para que éste vuelva a crecer sano y fuerte con algún tratamiento que ayude a oxigenar el cuero cabelludo, a reactivar la circulación sanguínea del mismo… como el Láser capilar o cualquiera de los tratamientos de bioestimulación capilar. Y para ello, insistimos, un buen diagnóstico es clave. No dudes en contactar con nosotros y solicitarlo de forma gratuita. Tu salud (y tu cabello) te lo agradecerán.
Si ha experimentado algunos de estos síntomas puede consultarnos pidiendo una cita en el Centro Médico Capilar Mompy en Santa Cruz de Tenerife.